8/4/10

Kamelot + Leaves’ eyes + Adagio (Salamandra, 03/04/10)


En plena Semana Santa tocaba reencontrarse con Kamelot, uno de los grupos que mejor ha sobrevivido a la resaca del power metal, y esta vez venían acompañados por un cartel bastante curioso: Leaves’s Eyes y Adagio, que sin duda ayudaron a que la sala estuviese llena hasta los topes, especialmente el grupo de la ex-cantante de Theatre of Tragedy. Entre la fecha y que era la segunda gira consecutiva de Kamelot sin presentar disco no esperaba un gran aforo, pero afortunadamente me equivoqué, y cuando llegué a la sala no cabía un alfiler.


A los franceses Adagio no pude verlos, y por lo visto hubo algunos problemas con el acceso a la sala y un ligero adelantamiento de los horarios, pero espero que pudiesen disfrutar de más público del que tuvieron en su pasada gira, más bien escaso. Además en esta gira cuentan con Mats Leven como vocalista (Therion, Yngwie Malmsteen, At Vance entre muchos otros), que me parece un fenómeno.


A quien sí pude ver fue a Leaves’ Eyes, que presentaban su nuevo disco: Njord. Aunque practican un estilo que no me dice gran cosa hay que reconocer que dieron un buen concierto, y pese a que la imagen del grupo la da Liv Kristine, el peso como frontman lo lleva Alexander Krull, que no paró de moverse y agitar al público, que en todo momento estuvo entregadísimo. Viendo la actitud del público incluso me atrevo a decir que había más gente que había ido por verlos a ellos que no por Kamelot.


Había muy buen ambiente cuando empezó a subirse el telón de nuevo, y en seguida vimos un escenario espectacular, muy bien decorado, con la batería de Grillo perfectamente visible y la corista en un segundo plano elevado. El grupo empezó a tocar las primeras notas de “Ghost Opera”, y cuando Khan apareció se oyó gritar a casi todas las chicas que había entre el público. Siguieron con el último, tocando “Eden Echo”, para entonces presentar un tema nuevo llamado “The great Pandemonium”, que empezó bien pero se acabó haciendo un poco monótono, siguiendo la línea oscura a la que ha derivado el grupo. Llegó el momento de echar la vista un poco atrás, con temas como “Center of the universe” en que la sala se vino arriba, o incluso “A sailorman’s hymn” de su “The fourth legacy”, lo más antiguo que tocaron y que dio un momento de calma al concierto, para seguir con una jam instrumental y de nuevo retomar temas recientes, como “When the lights are down”, muy bien recibido, o “The haunting”, coreado por el público y con la corista compartiendo primer plano con Roy. Tocaba presentar otro tema nuevo, llamado “Hunter’s season”, y la sala se enfrío un poco, pero se solucionó rápido al terminarla, ya que la corista salió al escenario vestida como una bailarina árabe y haciendo una danza éxotica, sirviendo para que medio público (masculino) desenfundara sus cámaras e introducir “Rule the world”. Y tras un solo de Casey Grillo, cerraron con “Forever”, en la que Khan aprovechó para lucirse un poco y hacer cantar al público.


La pausa duró poco, y enseguida salió la chica, disfrazada esta vez con una caperuza, mientras sonaba el interludio “Un assassino Molto silenzioso”, que anunciaba que íbamos a escuchar “The Black Halo”. Después presentaron “Season’s end”, el bonustrack de la edición japonesa de “Ghost Opera”, y cerraron el bis con “Karma”.

Pero no habían terminado aun, sino que tras una mínima pausa aparecieron dos chicas en los laterales del escenario, haciendo redoblar un tambor, y sonó “March of Mephisto”, con la que dieron fin a hora y cuarenta minutos de concierto.


El grupo estuvo muy activo en todo momento, moviéndose de un lado a otro y animando al público, pero Khan tuvo algunos momentos de ir muy justito a la voz y tuvo que ser ayudado por los coros. Y el sonido tuvo muy poca presencia de la guitarra, pero tengo la sensación que no fue un fallo, sino lo que ellos buscan para que se noten más las orquestaciones, pues los he visto ya varias veces sonando exactamente igual.


Kamelot no fallan, siempre ofrecen un buen espectáculo y además se les nota que les gusta cuidar lo que ofrecen, no solo en lo musical sino también en lo visual, pero la sensación que queda es que, a poco que hubiesen pulido un par de detalles más, habría pasado de ser un buen concierto a un concierto sensacional. El sonido que buscan, con tan poca guitarra, no gusta a la gente; y que teniendo una corista como miembro fijo en gira tengan que usar samplers en el par de canciones antiguas que tocan, queda cutre. Son detallitos, pero empañan una buena actuación. Y el set-list tampoco me convenció: siempre he dicho que un grupo debe defender su material más reciente, pero cuando no estás presentando un disco es buen momento para recuperar temas antiguos, y se notó que las pocas veces que se salieron de los dos últimos discos la gente reaccionó muy bien.


Metal Morfosis